La escritora es una apasionada por las letras y es la primera vez que tiene a cargo el hilo argumental de nuestra fiesta máxima. En la nota, detalles de su proceso creativo, sus expectativas, un reconocimiento a nuestras raíces y un mensaje a futuro.
En su fascinación por escribir, ha transitado por diversos géneros, como cuento, microrrelato y poesía. En 2021 publicó su primer libro de poemas, Semejantes, y actualmente trabaja en una nueva producción literaria.
Somos coronados por un pasado que nos identifica y nos da sustento, un presente que nos define y un futuro al que aspiramos y creemos merecer, ese es el eje conceptual desde el que partió la guionista para desarrollar la historia de Coronados de historia y futuro.
Cuenta la autora que el proceso para llegar a concretar su propuesta fue un largo recorrido, que comenzó cuando conoció a Pablo Perri, director de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2024. Corría 2018 cuando ambos coincidieron en la Escuela Fernando Simón, de San Roque. Silvia era docente y Perri profesor de artes visuales. En ese momento, el establecimiento cumplía sus 100 años de creación. Él tuvo a cargo la fiesta centenaria y Silvia fue la encargada de elaborar el guion. Fue así como nació la sociedad creativa que hoy corona nuestra fiesta máxima.
Relata la autora: “Conociendo la fascinación de Pablo por la Vendimia, ese mismo día comenzó la idea de trabajar en conjunto una propuesta para la Fiesta Nacional y la verdad que siempre lo vi como un sueño muy lejano. El primer trabajo que hicimos con Pablo fue una Vendimia de Santa Rosa. Si bien ese fue mi primer acercamiento, él ya tenía otras vendimias departamentales. Para esta Vendimia 2024 nos reunimos a diagramar propuestas y fue en el parral de mi casa, como siempre dice, en un patiecito de tierra, que empezamos a dibujar ideas. Así fue como empezó el proceso creativo”.
Desarrollar una puesta en escena sobre un escenario de la magnitud del Frank Romero Day es una tarea que requiere condensar varias aristas: “La idea inicial de la historia fue mutando muchísimo, porque una cosa es el universo de las palabras y otra, después, ponerlo en acción. Entonces, es inevitable hacer muchos ajustes y hasta último momento uno está pensando en cómo lo verá el público, cuáles son las necesidades de los bailarines, los actores, los requerimientos técnicos, en fin, pensar todas las variables que intervienen. Es un largo proceso de muchos meses y un trabajo muy en equipo. Cuando vas escribiendo, vas viendo toda la cuestión escénica también, porque vas limitando tu idea a la puesta en escena. Pablo, como director, tiene toda la experiencia, él también sabe de arte escénico, es escenógrafo y tiene una mirada que aporta mucha riqueza. La verdad es que, desde ese punto de vista, es también para mí un aprendizaje”, define Moyano.
Pedro, el personaje central de Coronados de historia y futuro, es un orfebre a quien le encomiendan elaborar una pieza que refleje el sentir vendimial. Así, emprenderá un viaje hacia el pasado y el futuro en busca de los elementos necesarios para concretar su obra. Profundizará en sus raíces y en las posibilidades infinitas de su gente. En su recorrido, será acompañado por ciertos personajes, quienes lo interpelarán acerca de la necesidad de perseverar frente a las dificultades y acerca de la vigencia de los valores populares.
Con esa impronta en mente, la guionista se basó en su percepción: “Como espectadora, siempre pensé en la importancia de contar una historia que llegue, que yo pueda decir: a mí me pasó, yo alguna vez me sentí así o eso lo viví, o sea, no algo tan metafórico, que me pase por al lado y yo ni siquiera lo entendí. Entonces empecé a ver muchas similitudes, no solamente con los trabajadores de la viña, sino con cualquiera de nosotros. El hecho de que en nuestras manos tengamos el poder de convertir las cosas. En este caso, el orfebre con sus piedras preciosas, sus materiales, construir algo bello, y bueno, todos tenemos en nuestras manos el poder hacer algo con lo que tenemos, con lo que nos toque. Eso, por un lado, pero además, el hecho que lo designan entre sus pares es una metáfora de la soberanía del pueblo y que él, en tanto representante, tiene la obligación de escuchar lo que el pueblo le pide plasmar”.
“El hecho de que sea alguien simple, que también es atacado a veces por lo que nos pasa a todos, es lo que lo convierte en un personaje más cercano. A veces nos sentimos más desalentados en los proyectos, a veces nos sentimos sin poder, otras veces, como que perdemos fuerza, flaqueamos un poco. O sea, lo que nos pasa en cualquier momento de nuestras vidas. Algo simple, algo humano, algo que esté relacionado con Vendimia, pero que no nos deje de tocar a cualquier persona, en cualquier lugar que nos toque desempeñarnos”, destacó.
El sábado 2 de marzo será un día bisagra en la vida de Silvia Moyano al ver plasmado su guion en la Fiesta Nacional de la Vendimia. Afirma, con mucha expectativa: “Supongo que por más que me lo quiera imaginar, no sé, creo que ese día va a ser tremendo, va a ser único, porque, claro, no es nada más lo que se dice, lo que se ve, sino que es todo el clima, esa naturaleza que nos acompaña, la fiesta, el pueblo, la gente, el fervor, estar ahí. Me parece que va a ser algo increíble. Sinceramente, lo que más me importa es que la gente lo pueda vivir con alegría, que se sienta feliz, que lo pueda comprender y estar de acuerdo o no, pero sí que le llegue de muchas maneras”.