Coronados de historia y futuro se llama el Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2024, que será dirigido por este artista oriundo de San Martín.
Pablo Mariano Perri es el director de Coronados de historia y futuro, la propuesta que cuenta con guion de Silvia Moyano y será el Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2024, que se podrá disfrutar los días sábado 2, domingo 3 y lunes 4 de marzo en el Teatro Griego Frank Romero Day.
Pablo es escenógrafo de profesión y profesor de escuelas secundarias y su gran pasión siempre fue la Vendimia. “Creo que empecé a hacer Vendimia desde mis 9 años. En un concurso me gané una patineta. Todos mis amigos andaban en ella y yo armaba carros vendimiales en la patineta con reinas y bailarines. Desde chico empecé a hacer Vendimia. Una vez, en el patio de mi casa, metí casi 100 personas porque armé una fiesta. Cuando mi mamá vio eso, casi se desmaya… Una vez me preguntaron qué quería ser de grande y no dudé en responder que mi sueño era ser director de la Fiesta de la Vendimia. Es increíble e insisto, creo que es un sueño del que voy a despertar”, agregó, emocionado, Perri. “Y sí, pasaron los años y el camino siempre estuvo claro, todos los senderos, todos los esfuerzos me conducían a pisar este espacio lleno de magia en medio de los cerros”, agrega.
Pablo es tan fanático de nuestra fiesta mayor, que durante años fue quien lideró la fila para la compra de entradas físicas y hasta llegó a ser el gestor de la elección de la “Reina de la fila”.
“Alguien me dijo una vez: ‘Ojo con los sueños, porque muchos se convierten en realidad’. La verdad que me sucedió. Me parece mentira estar trabajando con un excelente equipo de profesionales, respondiendo a la prensa y decidiendo cuestiones mano a mano con el área de Cultura”, destacó el artista.
“Desde hace un mes estoy en un mundo distinto, estoy viendo lo que pasará en la fiesta”, indica Pablo, y agrega: “Siempre estuve ansioso por este instante. Imagino momentos especiales, en donde la gente tenga la necesidad de aplaudir o de pararse o de revolear los pañuelos. Escuchando los ensayos musicales me nace esa sensación de pararme y aplaudir y espero que la gente también sienta esa necesidad”.
Rescatar la historia
Respecto de la obra, el director dijo que si bien no puede adelantar mayores detalles, se enfocará en un personaje a quien se le encomienda una tarea muy especial: “Se trata de la historia de Pedro, un orfebre que debe armar un elemento que representa al pueblo”. Además, dijo que aunque la obra tendrá todos los condimentos, no dejará de tener la cuota tradicional que todos los mendocinos esperan para el mayor espectáculo del teatro griego.
“Siempre pensé que la fiesta debía tener personajes que contarán una historia que podría ser la de cualquiera de uno de nosotros y esta es una historia que nos hará sentir identificados. Hay que prestar atención a los textos, a los vestuarios, a los personajes y a Pedro, el principal de la historia”, destacó Pablo, y agrego: “Quiero que todos disfrutemos la Vendimia, porque es parte de nuestra historia, de nuestra idiosincrasia. Quiero que la gente salga de la Vendimia pensando cómo coronamos nosotros ese momento”.
Sobre la fiesta
Coronados de historia y futuro es una invitación para reflexionar sobre estos y otros interrogantes. Para ello se vale de un orfebre, quien, desde pequeño, ha sido llamado a cumplir un destino muy particular. Será desafiado a construir un objeto que represente a su pueblo. Emprenderá un viaje hacia el pasado y el futuro en busca de los elementos necesarios para concretar su obra.
Profundizará en sus raíces vendimiales y en las posibilidades infinitas de su gente. En su recorrido, será acompañado por el insomnio, la incertidumbre y la inspiración, quienes lo interpelarán acerca de la necesidad de perseverar frente a las dificultades y acerca de la vigencia de los valores populares. Es allí cuando se produce el quiebre: la aparición de un cuarto personaje, que simboliza la desesperanza y la oscuridad.
Finalmente, el protagonista de esta historia recupera la fe y las fuerzas necesarias para terminar su trabajo y designará al pueblo, digno portador de la corona que, en definitiva, simboliza la soberanía con que sus habitantes se posicionan frente al mundo.